jueves, 25 de abril de 2019

Ovoidal y caballero (de debates y fantasmas)






No sé a qué es debido, pero últimamente en mis ensoñaciones de sobremesa, tiendo a encontrarme como antaño con caballeros de la Edad de Oro. Quisiera creer que no son más que adormecimientos pero, los descuidos físicos de los hidalgos, tales como casacas, bocamangas, golillas, espadas, valonas y birretes –que prestamente empeño a anticuarios boquiabiertos- me hacen dudar. De todas maneras, y se trate de alucinaciones debidas a mis lecturas o a visitas del más allá que deambulan por el más acá, siempre intento sacar algún aprendizaje del parloteo y la garla.

Y así fue como ayer en posición horizontal y mientras de fondo cuatro mequetrefes se jugaban el futuro de la nación a base de profecías,  aparece a mis pies Don Diego Hurtado de Mendoza, poeta y diplomático,  hijo del General Gran Tendilla y embajador en la corte de Enrique VIII, después en Venecia, Roma, gobernador de Siena, desterrado a Granada para combatir a los moriscos, y fallecido por una pierna gangrenada en 1575 (de ahí el tremendo porrazo que se metió al bajar las escaleras de caracol)

Poco conocía de su existencia, aunque pude reconocerlo por su gran belleza, inusual en los tiempos en los que vivió. No me asusté, debido a la costumbre y prestamente me dispuse a someterle a un interrogatorio por si era capaz de disipar algunas perplejidades que me aturden (políticamente hablando, que las otras no hay Dios que las resuelva)  

-          Usted dirá qué requiere, don Hurtado, y a dónde va tan armado
-          Mi alma es campo de batalla y  sospechas andan por trocalla
-          ¿Se debe acaso a los debates que se asemejan a combates?
-          No comprendo cómo estos políticos no les provocan cólicos nefríticos
-          ¿Acaso la política no era en sus tiempos mefítica?
-          En el siglo dieciséis la costumbre era remedio de males, y digo yo que sean veinte o solo seis, la cosa es justo al revés, y los hace más mortales
-          No pillo lo de costumbre, le ruego que bien me alumbre
-          Se me antojan como pueblo muy medrosos y apocados, siendo a diario abordados, desplumados y adobados
-          ¿Adobados?
-          Alelados
-          ¿Ninguno le da confianza con templanza y sin holganza?
-           Tú fías en su mudanza, y ella misma te condena, pues un punto de esperanza te cuesta un siglo de pena.
-          ¡No voy a votar en blanco, antes me lanzo al barranco!
-          Quien pone su confianza en voluntad ajena, ni en pena espere mudanza, ni tema en mudanza pena.
-          ¡Qué chanza con la mudanza!
-          Pudiera llamarlo cambio mas solo rima recambio, queda mejor la mudanza que si es buena, siempre avanza
-          Total que me deja igual, con panorama banal y posible hernia discal
-          Yo de usted no he abusado, ni siquiera me he acercado
-          Se ha sentado en mi rodilla pudiendo hacerlo en la silla
-          Le voy a dar un consejo, a ver si así la despejo, vote usted con corazón que es mejor que la razón. 

lunes, 8 de abril de 2019

La conjura de los necios





Habitualmente cuando leo o me comentan alguna de las perlas lanzadas por autoridades eclesiásticas, o bien paso olímpicamente o me río por lo alarmantemente mal que están de la cabeza. Pero el problema que le veo al asunto de sus mensajes, es que -aunque parezca mentira que en pleno siglo XXI haya gente que les siga- tienen millones de fieles ovejas en todo el mundo que pueden llegar a creer sus amenazantes calumnias.

Me temo que si viviéramos en la época de la Inquisición, toda esta pandilla de enfermos serían más felices que un testigo de Jehová en una fábrica de timbres, porque tanto orgullo gay, tanta feminista, tanto divorcio y tanto pajeo libertino, los saca completamente de sus casillas.

Para muestra las últimas declaraciones del obispo Munilla en su espacio radiofónico, donde el prelado superior alecciona sobre lo que debe ser el feminismo “sano” y lo satánico que resulta reivindicar el aborto, el lesbianismo o el amor libre. Pero lo que más me ha llamado la atención, a modo de “qué cojones sabe este tipo de sexo” es su condena absoluta a la masturbación, con una frase tan demoledora como esta: “Es violencia sobre el cuerpo, porque pretende arrancarle el placer, sin vivir a cambio la verdad  del amor que le da sentido”. Y si nos acercamos a la web Info Católica para saber lo que al respecto se manifiesta, nos encontramos con la siguiente sentencia: “La masturbación es un acto intrínseca y gravemente desordenado”

Personalmente me la repampinfla todo lo que venga dictado por esta secta, aunque me molesta o más bien me preocupa, que todavía sigan amedrantando a niños y jóvenes, haciéndoles creer que conocer y disfrutar de su cuerpo, les va a llevar directos al infierno o lo que es peor, a los cursos que la Iglesia ofrece para tales caos mentales, como el de “curar” la homosexualidad que ofrece el obispo de Alcalá, avalado por toda una CEE (Conferencia Episcopal Española)

Tal vez algún católico practicante se pueda sentir ofendido por mis palabras, pero más me siento yo cuando un grupo de hombres que si se la cascan es a base de pedofilia, agarran todos los micrófonos que siguen teniendo a su disposición en un país aconfesional y de Estado laico, para calificar de abominable lo que la comunidad científica y médica asegura que es beneficioso para el cuerpo y la mente.

Si uno es ateo convencido como yo y observa a esta comunidad religiosa como un grupo de entes que sí deberían acudir a cursillos para disfrutar más de lo terrenal (incluidos los genitales)  puede hacer oídos sordos a sus homilías (aunque toda la prensa las recoja) pero ¿y si es un creyente de pro y cae en sus redes sugestionado por el pecado, el miedo y la culpabilidad?

martes, 2 de abril de 2019

Infiltrados (en la página 6)



Desde hace unas semanas, prácticamente desde que empezó la liga de la que os voy a hablar, los martes, en el suplemento de fútbol catalán que sale en el diario Sport, aparecen las clasificaciones y resultados de los equipos de 2ª femeninos, en una sección titulada: DONES. Y cada martes alguno de los padres (o madres) de las jugadoras del grupo de mi hija, mira la noticia. Pues bien, no ha habido una santa semana en la que hayan acertado un puto resultado. Y lo que es peor, aparecen equipos que ni existen, omiten otros tantos y en la clasificación general no atinan ni por casualidad. Desde meses ha, el primer lugar se lo otorgan al Vilassar, contra el que personalmente no tengo nada, pero es que no está en nuestra competición. El Zaragoza, que sí que va primero, brilla por su ausencia, y algún que otro club de Mallorca, ha desaparecido.

Podría entender que un día, el lumbreras que vuelca la información, tenga un lapsus y cambie un resultado, pero que en cada jornada ponga exactamente lo que le salga de los huevos, o lo que sueñe esa noche, o lo que quisiera que sucediera (porque empiezo a pensar que el susodicho reside en el Maresme) no me parece serio para un diario que habla exclusivamente de deporte.

Así que esta mañana he llamado a la redacción (conste que no es por orgullo de madre porque vamos penúltimas, que por cierto eso sí que se refleja claramente) y me ha atendido una muchacha superlativamente simpática, pero con menos luces que un barco pirata. Le he explicado el sucedido y su primera sorpresa ha sido que publicaban un suplemento: ¿¡Publicamos un suplemento!? (ya ahí he empezado a aclarar dudas), la segunda que una vez descubierto, no encontraba nada referente a la liga femenina.

 -“DONES” pone, página 6, abajo a la derecha- le digo ya ni contrariada ni afectada. 
- ¡Ahhhh siiiií! Ya lo veo –me contesta jovial- ¿Así que dices que no es correcta la clasificación?
- Totalmente inventada
- Pero Vilassar es un pueblo del Maresme
- Sí, y Kirovogrado uno de Ucrania,  pero no juega en esta liga

Total, que me ha prometido que pasa la queja al responsable y que la próxima semana estará todo arreglado y mega cuqui.

…Pero me ha dado por pensar que mira que si todo lo que sale en la prensa funciona así…