- ¿Susan, qué esperas de la vida, ?
-
¿Que qué espero? ¿Crees que esa es la mejor pregunta
para empezar un tranquilo paseo?
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Bueno, si voy a dormir el resto de mi existencia
contigo, es algo a tener en cuenta.
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Pues... supongo que lo que todo el mundo. Encontrar el
ansiolítico adecuado, un restaurante francés en la esquina, alguien con quien debatir
y que me encuentren el punto G intelectual.
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A veces tus respuestas me marean.
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A ti te marea el simple hecho de estar gravitando en el
universo.
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Sí, también es cierto, pero me ayudaría encontrar
alivio en tus contestaciones.
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No voy a decirte que espero que seas mi hombre
definitivo.
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Gracias, eres un gran apoyo en los momentos de baja autoestima.
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¡Por favor! ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste
satisfecho contigo mismo?
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Lo recuerdo perfectamente, cuando aquella noche me
dijiste que había estado brillante.
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Sabes muy bien que no me refería al polvo, sino a aquel
preservativo luminoso que utilizaste.
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Eso no lo habías especificado.
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¿Quieres que compremos naranjas?
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¡Eres increíble! Yo hablándote del futuro de nuestra
relación, de los próximos veinte años de nuestras vidas y tú pensando en el
ácido cítrico.
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¡No nos vamos a alimentar de amor y charlas!
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¿Amor? ¿Has dicho amor? ¿Quieres decir que me amas?
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¡Buf! El amor es un concepto muy abstracto ¿Recuerdas
aquel cuadro que vimos en el escaparate de Murphy’s?
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¿Te refieres a aquel gran lienzo blanco con un punto
rojo en una esquina?
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El mismo. Ese es mi concepto del amor.
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Pero, pero... ¡es angustiante!
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Parece que lo vas entendiendo.
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Definitivamente todo me da vueltas. Acabo de descubrir
que sólo soy un punto en tu plano.
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Al menos eres el único. Imagina que hubiera puntos
suspensivos...
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Si hubiese sabido de tu crueldad, jamás te habría
abordado por la calle.
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No me abordaste, te caíste encima de mí.
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¿Podrías decirme algo romántico una vez a la semana?
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¿Te fijaste si quedaba salsa de soja en la despensa?
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Estos paseos me provocarán una úlcera de estómago.
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Tal vez sea mejor que te quedes en casa, el dióxido de
carbono te vuelve muy existencialista.
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Yo también te quiero.