Un par de veces en semana voy
mirando qué día internacional se celebra; a menudo me parecen o una soberana
bobada o tocan unos temas tan dramáticos que no casan con el humor por ningún
lado. Si se trata de un asunto de justicia universal o discriminación –ya lo
saben- me embarco. Pero a veces, lo que a primera vista puede parecer una
inmensa mamarrachada, si indagas y te informas, no lo es y tiene su qué, su
cómo y hasta su por qué.
Y así me ha sucedido hace unos
minutos, consultando los días mundiales que se celebran esta semana, cuando me
he encontrado con el correspondiente al próximo 19 de noviembre: Día
Internacional del Retrete y el Saneamiento. En un primer momento he flipado,
pero ante la curiosidad y perplejidad del anuncio, he recabado más datos y me
he dado de bruces con lo absurdo, cruel, irrazonable y leonino que este mundo.
Reseñas, cifras y referencias:
“Los retretes salvan vidas, ya
que gracias a ellos se evita la propagación de enfermedades mortales a través
de las heces humanas. El 60% de la población mundial no cuenta en sus
residencias con métodos que eliminen de forma segura sus excrementos. 892
millones de personas lo hacen al aire libre. 1800 millones beben agua no
potable contaminada por heces. Las principales enfermedades transmisibles son el
cólera, la fiebre tifoide, la disentería y la diarrea, la anquilostomiasis, la
esquistosomiasis y la filaríais.”
Dicho lo cual me parece un buen
día para celebrar, para intentar que el saneamiento llegue a todas partes, para
concienciar de lo terriblemente mal que se vive en tantas partes de la Tierra,
de lo poco que valoramos lo mucho que tenemos, de la importancia de la higiene,
de lo chorra que llega a ser comprar papel de colorines para limpiarse el culo,
de la necesidad de salir desahogados de casa para no tener que parar de
urgencias en un área de servicio y de lo asquerosamente guarros que tenemos los
lavabos públicos.
Sean conscientes y si tienen
tiempo, curioseen en los Días Internacionales de… Igual no dibujan una viñeta,
pero seguro que a partir de ahora, cagarán más a gusto.