Entre los muchos modismos que
padecemos (y lo llamo modismo por no decir gilipollez) hay uno que me resulta
de lo más falso y cansino, sobre todo entre sus practicantes más vistosos.
Lo llaman “amarse a sí mismo
sobre todas las cosas” y a mí me suena a “oda a mi ombligo” con lo cual y sin
permiso, lo voy a bautizar con el palabro: “Ombligocentrismo”
¿En qué se basa exactamente? Pues
verán, ante todo han de tener unos cuantos espejos repartidos por su estancia,
y cada vez que se vean reflejados en él, lancen un beso, halaguen la estampa y
repítanse lo mucho que se quieren. Las frases optativas y recomendables son:
¡Tú puedes! ¡Vamos a por ellos! ¡Avanti
popolo! o ¡Apartad, cucarachas! Las claves para conseguir una autoestima
por encima de la de Donald Trump, las pueden encontrar en miles de webs
dispuestas a fortalecer su ego y ponerse en primer lugar por delante de hijos,
parejas, conocidos varios y chusma al uso. Usted tiene súperpoderes escondidos
y los vamos a encontrar con cinco sencillos pasos.
1. Ha
de convencerse de que el centro del Universo es usted, y que no hay astro que
le haga sombra. Si Copérnico viviera, invalidaría su teoría heliocéntrica para
designarlo como núcleo de la galaxia. Al despertar repítase veinte veces: Soy
el Sol.
2. Si
su vástago le dice a eso de las 14 h. que tiene hambre, conteste con rotundidad
y firmeza: Just a moment, me voy a inglés and after to the gym. No titubee ni
sienta compasión, primero usted y luego la famélica legión.
3. Si
su hermana le telefonea modo mar de lágrimas porque todos los del Meetic son
unos cayos malayos, no decaiga ni flaquee, dígale que usted no se puede
permitir que le expidan energía negativa ni que le extraigan un ápice de la
positiva. Que se compre un espejo y se apunte a pilates.
4. Desconecte
el móvil en sus horas de sueño; si arde el edificio, su madre se cae por las
escaleras o su hija se queda sin gasolina en la AP7, no es su problema, ni ha
de sentirse culpable; cuando al conectarlo por la mañana tras repetir lo del
Sol, verá cincuenta llamadas perdidas que no habrán alterado su descanso y que
otros habrán solucionado sin que a usted se le haya movido el antifaz de
pepino.
5. No
acepte consejos ni advertencias, usted llegados a este punto es sabio y
erudito, y su vida, resoluciones y caminos, son solo suyos y rozando la
perfección. Recuerde que está por encima de la chusma y se basta y se sobra
para saber lo que su cuerpo serrano le pide.
Si consiguen llevar a raja tabla
estos sencillos 5 puntos, la probabilidad de que sea más feliz que una perdiz consigo
mismo, es tan alta como la de que se quede más solo que la una para los restos,
lo cual y teniendo en cuenta que el amor que se profesa es infinito e
inconmensurable, se la va a pelar que la humanidad le dé la espalda. Eso sí, si
su pareja se pira con una estrella fugaz, si sus vástagos lo incapacitan a los
60, si con un espejo se parte la crisma
o si simplemente entra en uno de esos agujeros de la soledad, ni se le ocurra
ponerse en contacto con nadie porque seguramente andarán en horas ociosas o con
la mascarilla de aguacate o en eso del just a moment, que me voy a la pelu.
Bye, bye!