Anoche leía unos versos del Siglo
de Oro, cuando probablemente y sin convencimiento cuento, me quedé dormida,
viéndome en la terraza tomando un
Pacharán y sentada frente al ilustre y cadavérico Don Luis de Góngora y Argote,
que ataviado con unas ridículas calzas estofadas, inició una versada
conversación sobre el panorama nacional que no puedo dejar de compartir con
usías.
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Cuénteme, aunque el cielo advierte, qué aqueja a
sus gobernantes que así desde esta mi muerte, se me antojan aberrantes
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Después de las elecciones y sin mayoría
aplastante, llegaron las digresiones y este ambiente tan frustrante
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¿Qué facieron estos meses esos que asemejan
reses?
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Iniciaron un debate pospuesto por vacaciones,
tumbados en caserones para volver al combate
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¿Y el pueblo ante tal jolgorio muestra un enfado
notorio?
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Las gentes, sepa Don Luis, que no han más
preocupación que colgar memes y fotos, sin pronunciar un achís y alelados como
chotos
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Ya dije yo allá en mis tiempos: “Traten otros
del gobierno, del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno”
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Si no mostramos enfado, si suponen tan conforme
a una legión filiforme, si no ven el rostro agriado ¿qué van a tener de prisa
si les damos hasta risa?
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Tienen lo que se merecen ya que de arrojo
carecen, y métase esto en la mente: Aquel que nada me da, no quiero yo que me
cueste.
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Pues sepa que estos políticos nos valen muchos
dineros, en estos tiempos tan críticos parecemos sus palmeros
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Si son una sociedad inmersa en la necedad y
toleran el engaño de semejante tamaño, no se quejen, de lamentarse ya cejen y
malvivan como puedan si conformados se quedan
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Pero nadie está contento y a vos juro que no
miento, que si una tertulia atiende verá el humor que desprende toda esa masa
ofendida que espera un pacto aburrida.
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Sírvame otro Pacharán que voy a darle un consejo
antes de que en el chaflán vuelva a ser solo un bosquejo
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Lleva más de siete tragos y no vaticina pacto
¿qué hacemos con estos vagos si no establecen contacto?
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Si la opción son votaciones, si de nuevo son
llamados a las urnas a millones, muestren su morrocotudo enfado, que sepan la
que han liado, blanco voten, que lo noten, o llenen las papeletas de chinchetas y peinetas, que
si son unos ladrones el pueblo no quié traiciones.
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No veo la solución ni con este colocón, ya me
dirá cómo invierto en este futuro incierto
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No me pida ni que fíe ni que preste, y que sea
el fin de mi soneto éste; que si gusta nos
veamos y si accede, nos liamos
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Agradezco a su merced su visita y parecer, y
apóyese en la pared si no quiere padecer
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Todo se
vende este día, todo el dinero lo iguala, la Corte vende su gala, la guerra su
valentía… ¡Con Dios, bella dama, adiós!